La verificación del MINEM y del Gobierno Regional de Energía y Minas e Hidrocarburos (GREMH) confirmó que las estructuras no estaban inscritas en el REINFO.
En una operación conjunta de alto impacto, el Comando Unificado Pataz, conformado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, ejecutó la destrucción de cuatro bocaminas ilegales en el sector Ciénega, distrito y provincia de Pataz. La acción, denominada “Choque Amaru”, generó pérdidas económicas estimadas en S/ 24,382,920 a organizaciones criminales dedicadas a la extracción ilícita de minerales.
Golpe a la logística y equipos de alto riesgo
En el interior de las bocaminas se incautaron dos tractores, un generador eléctrico portátil, 25 carritos mineros, ventiladores industriales, tanques de almacenamiento, 758 unidades de emulsión 300, detonadores y 50 metros de mecha lenta, insumos utilizados para operaciones subterráneas de alto riesgo. Todo el material fue inutilizado en el marco de la interdicción.
¿Qué reveló la fiscalización técnica?
La verificación del MINEM y del Gobierno Regional de Energía y Minas e Hidrocarburos (GREMH) confirmó que las estructuras no estaban inscritas en el REINFO, carecían de IGAFOM aprobado y no contaban con autorizaciones regionales para operar, incumpliendo así los requisitos técnicos y ambientales para actividades de pequeña minería o minería artesanal.

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Inteligencia minera aplicada a seguridad
El éxito del operativo fue producto de un trabajo de inteligencia militar y minera, que identificó los puntos de extracción ilícitos, su nivel de actividad y la red logística que los abastecía. La intervención apuntó a interrumpir no solo la producción, sino también el transporte y almacenamiento de mineral ilegal.
Seguridad territorial y sostenibilidad
El Comando Unificado Pataz reafirmó su compromiso de continuar con acciones sistemáticas que combinen interdicción, control territorial y fiscalización técnica para frenar la minería ilegal, preservar la seguridad de las comunidades y evitar la degradación ambiental.