Luis Tejada, ingeniero geólogo y presidente del Comité Organizador de Slope Stability Lima 2026, detalló los estándares, metodologías y controles críticos aplicables a instalaciones de almacenamiento de relaves, basados en normativa nacional e internacional.
La gestión de presas de relaves debe alinearse a marcos regulatorios como el DS 024-2016-EM y el DS 037-2023 del Perú, integrando guías técnicas de referencia como ANCOLD (Australia), CDA/MAC (Canadá) y el Global Industry Standard on Tailings Management (GISTM) del ICMM. Estos lineamientos establecen requerimientos para todo el ciclo de vida del activo —diseño, construcción, operación, cierre y postcierre—, con énfasis en la seguridad de procesos y gobernanza corporativa.
¿Cuál es la evaluación y control de riesgos geotécnicos?
Tejada precisó durante la Conferencia Magistral del Instituto de Ingeniero de Minas del Perú (IIMP), que la clasificación de un activo como crítico implica que una falla potencial pueda generar pérdidas humanas, impactos ambientales severos o la suspensión de la licencia social y legal para operar.
El análisis técnico debe integrar la evaluación de factores de seguridad (FoS) tanto en condiciones estáticas como sísmicas, la estimación de la probabilidad de falla (PoF) mediante métodos probabilísticos y determinísticos, así como el monitoreo de la presión de poros para determinar la respuesta hidráulica de la estructura. Asimismo, es esencial analizar la estabilidad de taludes mediante modelación numérica en 2D y 3D con software especializado.
“La instrumentación avanzada y el monitoreo en tiempo real son indispensables, pero su eficacia depende de la interpretación y la cultura de seguridad de la organización”, advirtió.

También puedes leer: [Exclusivo] Estrategias para internacionalizar la minería subterránea peruana
Monitoreo crítico y auditorías técnicas
El monitoreo geotécnico debe incluir sistemas de inclinómetros, piezómetros, estaciones totales robotizadas y radares interferométricos para la detección temprana de desplazamientos y variaciones de presión.
Las auditorías técnicas independientes, recomendadas al menos una vez al año, deben validar el cumplimiento de especificaciones de diseño, protocolos de operación y planes de emergencia.
Gestión del cambio (MOC) y resiliencia
Ante modificaciones en el diseño, aumento de capacidad o cambios hidrológicos, la metodología de Management of Change debe evaluar riesgos asociados y actualizar planes de operación y mantenimiento. Eventos externos como lluvias extremas, sismos o sobrecargas deben integrarse en escenarios de análisis de riesgo.
Integración ESG y comunicación técnica
El enfoque ESG implica que la información técnica relevante —incluyendo reportes de estabilidad, planes de contingencia y resultados de monitoreo— sea comunicada no solo a autoridades y entes fiscalizadores, sino también a comunidades y stakeholders estratégicos, fortaleciendo la licencia social.

Cultura de seguridad y gobernanza
El especialista enfatizó que ningún diseño es infalible si no está respaldado por una cultura organizacional sólida y procesos de gobernanza robustos. Factores como la capacitación continua, la definición clara de roles mediante matrices RACI y la asignación de recursos financieros permanentes son esenciales para mantener los indicadores de seguridad dentro de rangos aceptables.
“El mejor diseño puede fallar con una implementación deficiente; en cambio, un diseño estándar puede operar de forma segura si está respaldado por una gestión rigurosa y una gobernanza sólida”, concluyó.