El presidente emérito de FGE NexantECA señaló que un exceso de oferta y el freno al esquisto en EE. UU. marcarán la tendencia del mercado.
La decisión de la OPEP+ de añadir 137.000 barriles diarios a partir del próximo mes podría empujar los precios del petróleo por debajo de los US$ 60 a finales de 2025 y principios de 2026. Así lo afirmó Fereidun Fesharaki, presidente emérito de FGE NexantECA, en declaraciones a Bloomberg Television, donde anticipó incluso un promedio de US$ 50 por barril en el primer trimestre del próximo año.
El analista explicó que este escenario tendría un fuerte impacto en la producción de esquisto de Estados Unidos, reduciendo la oferta global y eventualmente impulsando una recuperación de precios. “Todavía no hemos visto el impacto real de esta desinversión”, apuntó a Bloomberg en Línea, al señalar que la señal moderada de la OPEP+ contrasta con las expectativas de un mayor desenrollado en su estrategia de producción.
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El Brent reaccionó con un alza por encima de los US$ 66 por barril tras la decisión del grupo, aunque la semana pasada había caído en medio de la incertidumbre. Fesharaki advirtió que el cartel podría incrementar aún más su producción en los próximos meses: “La OPEP va a analizar esto y si encuentra que no hay impacto en el mercado, podría doblar o triplicar como hizo la última vez”.
¿Qué factores incidirán en los precios del petróleo hacia 2026?
Según Fesharaki, los inventarios globales siguen ajustados, por lo que el efecto pleno en los precios no se reflejará hasta que se observen acumulaciones significativas. El especialista prevé que el exceso de oferta y la desaceleración del esquisto en EE. UU. marcarán la tendencia, situando al crudo en un rango de US$ 50 a US$ 60 a inicios de 2026, con un mercado atento a los movimientos estratégicos de la OPEP+.