Según BCG, el continente tiene una posición estratégica para liderar la transición energética global gracias a su riqueza mineral y potencial de transformación industrial.
La aceleración de la transición energética mundial está colocando a África en el centro de la industria global. De acuerdo con estudios de Boston Consulting Group (BCG), el continente se encuentra en una posición estratégica para liderar la nueva era industrial gracias a su propiedad desproporcionada de minerales críticos, esenciales para la electrificación limpia y la digitalización.
“Estamos hablando de un cambio fundamental de la extracción de recursos a la transformación industrial, uno que pueda crear empleos de alta calidad, desarrollar capacidades tecnológicas y posicionar a las naciones africanas como socios esenciales en el desarrollo de energía limpia global e infraestructura digital”, afirmó Lindokuhle Shongwe, líder de proyectos de BCG.
Los cálculos de la consultora indican que por cada US$1,000 millones invertidos en minería y procesamiento de minerales críticos se pueden generar entre 3,000 y 6,000 empleos directos e indirectos, además de un aporte anual de entre US$210 millones y US$280 millones al PIB, siempre que se garantice un suministro energético asequible. Asimismo, los gobiernos recibirían ingresos fiscales incrementales por hasta US$100 millones, impulsando infraestructura regional de similar valor.
En este contexto, Sudáfrica destaca por su diversidad mineral y base industrial, mientras que el reto para todo el continente será actuar de manera unida y creíble. “Por primera vez en generaciones, África tiene la influencia para dar forma, no sólo para servir, a la próxima era industrial global”, subrayó Tycho Moencks, director general de BCG en Johannesburgo.