Gobernadores de diez provincias y tres territorios pidieron al primer ministro Mark Carney priorizar proyectos de oleoductos, redes eléctricas, minas y puertos que fortalezcan el comercio interno y reduzcan la dependencia de EE. UU.
En una reunión clave celebrada este lunes, los líderes provinciales de Canadá solicitaron al primer ministro Mark Carney que priorice una agenda de infraestructura nacional centrada en energía y minería. Entre los proyectos más destacados figuran oleoductos, redes eléctricas, puertos, ferrocarriles y nuevas minas de minerales estratégicos. Esta iniciativa responde a la intención del gobierno federal de reducir la dependencia del mercado estadounidense mediante una estrategia que fortalezca el comercio interno y abra puertas a nuevos socios internacionales.
Carney, quien hizo de este objetivo una promesa de campaña, reafirmó la necesidad de eliminar las barreras comerciales internas y avanzar con obras de gran escala que impulsen la economía nacional. Aunque manifestó su deseo de mantener buenas relaciones comerciales con Estados Unidos, reconoció que Canadá debe tomar medidas independientes para asegurar sus exportaciones de recursos naturales, en particular petróleo, gas y minerales críticos esenciales para la transición energética.
Uno de los puntos más sensibles fue la demanda de Alberta de construir un nuevo oleoducto que permita transportar bitumen hacia el Pacífico. La primera ministra provincial, Danielle Smith, advirtió que la unidad del país podría verse comprometida si no se avanza en esta obra, argumentando que el crudo sigue siendo el principal producto de exportación de Canadá. Sin embargo, desde Columbia Británica se expresó escepticismo sobre la necesidad de una nueva tubería, lo que evidencia las tensiones territoriales sobre la planificación energética nacional.
Más consenso encontró la propuesta de establecer un corredor logístico que conecte el puerto de Prince Rupert en la Columbia Británica con la Bahía de Hudson en Manitoba. Esta vía facilitaría la salida de minerales y combustibles hacia el Atlántico, aunque presenta desafíos climáticos por el hielo del Ártico. Aun así, los líderes provinciales coinciden en que desarrollar esta infraestructura podría potenciar significativamente los envíos de recursos canadienses al exterior, incluyendo los provenientes del sector minero.