Proyectos en Bolivia avanzan sin considerar la presencia de pueblos ayoreos en aislamiento voluntario. Organizaciones denuncian omisión del Estado.
Dos proyectos de prospección minera en el departamento de Santa Cruz (Rincón del Tigre y Manomó) avanzan en territorios habitados por pueblos indígenas en aislamiento voluntario, sin que el Estado de Bolivia haya activado mecanismos de protección adecuados. Según el CEJIS, estas iniciativas ignoran la presencia de los ayoreos, un grupo altamente vulnerable que ha optado por vivir sin contacto con la sociedad mayoritaria.
Aunque la Constitución boliviana reconoce el derecho a la consulta previa, la actual Ley de Minería no lo exige en la etapa de prospección, lo que permite que estas actividades se desarrollen sin evaluar adecuadamente sus impactos. “La minería de tierras raras no es compatible con la vida en aislamiento. Requiere remoción masiva de suelos y genera impactos irreversibles”, advirtió Miguel Vargas, director del CEJIS.
Organizaciones como Iniciativa Amotocodie advierten que la situación también es crítica en Paraguay, donde se repite el patrón de omisión estatal. Según sus representantes, la expansión de la minería, la tala ilegal y el avance del oro reducen drásticamente el espacio vital de estos pueblos. “La amenaza es real, pero la voluntad política para enfrentarlo sigue siendo escasa”, afirmó Miguel Ángel Alarcón.
Actualmente, Bolivia solo reconoce oficialmente a 10 pueblos indígenas en aislamiento, a pesar de reportes constantes sobre la presencia de grupos como los ayoreos en el Chaco y otros en la Amazonía norte. Defensores de derechos humanos insisten en que proteger sus territorios es clave para garantizar su supervivencia.