Las proyecciones para el mercado global de mineral de hierro han mejorado significativamente este año. Analistas y comerciantes han ajustado a la baja sus estimaciones de superávit, ubicándolas entre 20 y 30 millones de toneladas métricas, frente a los 50 millones previstos a inicios de 2025. Este cambio responde a una demanda más sólida de lo esperado, impulsada por el aumento en las exportaciones de acero y disrupciones en el suministro desde Australia provocadas por fenómenos climáticos.
En el caso de China, el mayor consumidor mundial de este insumo, las importaciones de mineral de hierro disminuyeron un 5,5% interanual en los primeros cuatro meses de 2025, mientras que la producción de acero crudo registró un incremento del 0,4%. Estos factores han contribuido a mantener el precio del mineral por encima de los 90 dólares por tonelada, nivel clave para la rentabilidad de los productores de alto costo.
Sin embargo, el inicio de operaciones del gigantesco proyecto Simandou en Guinea representa un riesgo potencial para el equilibrio de la oferta a largo plazo. Con despachos previstos desde noviembre, este yacimiento de alta calidad podría acentuar el exceso de oferta en 2026 si logra alcanzar su meta de producción de 120 millones de toneladas anuales.
A pesar de ello, las dudas sobre el entorno político y regulatorio en Guinea generan incertidumbre sobre la implementación plena del proyecto. La reciente revocación de 129 permisos mineros por parte del gobierno militar y su disputa con Emirates Global Aluminium han generado preocupación entre actores clave del sector, quienes observan con cautela cómo estos factores podrían afectar el ritmo de expansión de Simandou.