La decisión de Estados Unidos de dejar fuera al cobre chileno de la tasa arancelaria del 50% marca un hito que va más allá del comercio exterior: refuerza el papel del metal rojo como recurso crítico para la seguridad energética e industrial de Norteamérica.
El canciller Alberto van Klaveren destacó que el 99,9% de las exportaciones chilenas de cobre a EE. UU., principalmente cátodos, seguirá ingresando sin restricciones. “Esta decisión reconoce a Chile como proveedor confiable y estratégico en un mercado donde la demanda de minerales críticos crece exponencialmente”, afirmó.
Minerales críticos y transición energética
La ministra de Minería, Aurora Williams, señaló que el resultado “reafirma la posición de Chile como socio clave en la transición energética global”. Subrayó que la apertura de nuevos mercados y la producción responsable de minerales como el cobre son ahora prioridades de Estado.
Coordinación público-privada como modelo
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, remarcó que la medida es fruto de una estrategia coordinada entre gobierno, empresas y gremios mineros, lo que permitió blindar las exportaciones chilenas en medio de tensiones comerciales globales.
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Impacto en la industria y las inversiones
El acuerdo también beneficia a la industria manufacturera de EE. UU., que depende en gran medida del cobre chileno para su cadena de suministro. Para Codelco y el resto de productores, la medida entrega estabilidad en un contexto de precios volátiles y prepara el terreno para nuevas inversiones en exploración y producción.