Los proyectos mineros que deben entrar en servicio en Perú en los próximos años reducirán el cómodo margen de reserva de energía del país y podrían presionar el despacho de electricidad si la nueva infraestructura de transmisión no acompaña el crecimiento previsto de la minería, la cual tiene un alto consumo de electricidad.
La información más reciente del regulador de inversión en energía y minería, Osinergmin, muestra que más de la mitad de las ventas de electricidad del mercado no regulado en junio del año pasado se destinaron a compañías mineras.
Entre los principales clientes del segmento minero y sus proveedores figuran Minera Paraíso (SEAL), Minera Veta Dorada (SEAL), Compañía Minera Antamina (Engie), Sociedad Minera Cerro Verde (Electroperú, Kallpa, Engie), Southern Peru Copper (Electroperú, Kallpa), Empresa Administradora Cerro (Engie), Hudbay Perú (Enel Generación Perú), Marcobre (Engie), Las Bambas (Enel Generación Perú), Tintaya (Kallpa) y Minera Chinalco Perú (Enel Generación Perú, Orazul Energy Perú, Statkraft).
Mirando hacia el futuro, el regulador pronostica que 19 proyectos mineros que comenzarán a operar en esta década sumarán alrededor de 9.400GWh o 17% del crecimiento de la demanda total en Perú hasta 2028.
De estas 19 iniciativas, un tercio está en construcción por un total de 328MW, lideradas por Quellaveco, con 163MW, mientras que el proyecto más relevante en etapa de ingeniería detallada es Pampa del Pongo, que se espera que comience su construcción en 2021, según la investigación de Osinergmin.
La agencia gubernamental destaca que 5 de los 10 principales proyectos mineros que se construirán en los próximos 5 años son de cobre y aumentarán la producción del metal rojo en un 60%.
En este contexto, Osinergmin visualiza el potencial de innovación en términos de consumo de energía por parte de las compañías mineras.
El regulador destaca el uso de una isla de paneles solares por parte de Anglo American en Chile en el depósito de relaves Las Tórtolas.
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