El antropólogo cuestionó que la PCM y la mayoría de bancadas en el Congreso no se sientan en la mesa con los mineros artesanales.
El Gobierno debe sentarse en la mesa con los mineros artesanales y buscar una solución, aseveró el antropólogo Jaime de Althaus, agregando que se trata de un problema complejo que abarca a gran cantidad de gente.
“Importante desde el punto de vista económico, y de la criminalidad que se aprovecha de esta situación. Esto requiere de un plan serio, de un organismo que realmente empiece a resolver este tema”, sostuvo a Rumbo Minero.
De Althaus señaló que a la fecha el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) no funciona en concretar la formalización del minero informal y es un cuello de botella en las regiones por falta de capacidad de procesamiento. Añadió que en algunos casos los requisitos son muy exigentes.
«Hay una Dirección General de Formalización en el Minem pero es muy débil y pequeña, hace falta una especie de Cofopri».
En ese sentido, De Althaus comentó que «no se está formalizando, el sistema que se ideó nunca funcionó. Por ejemplo en Arequipa hay 3,350 mineros informales que tienen su registro vigente en el Reinfo, o sea han presentado sus instrumentos ambientales, pero el Gobierno Regional no lo proceso, el año pasado apenas aprobó o formalizó 20 de ese total”.
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Falta diálogo
Hace dos semanas, mineros artesanales marcharon exigiendo que se derogue el decreto legislativo 1607 y que se mantenga el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) cuyo plazo vence en marzo próximo.
De Althaus refirió que la única bancada que recibió a los representantes de los mineros artesanales presentes en la manifestación fue Perú Libre.
“Ahí hay una falencia de otras bancadas (políticas en el Congreso). En la PCM no los reciben, hay que sentarse a la mesa y ver cuál es el problema y hay que encontrar una salida, pero no una simplemente punitiva o temporal”, sentenció.
El antropólogo señaló que en los años 90 se hizo un catastro minero que es fundamental para encontrar una solución a esto y que serviría como base para iniciar el proceso de formalización con resultados.
“Hay que hacer un trabajo serio que identifique los distintos tipos de realidades que hay, porque de los supuestos más de 400 mil mineros informales, mineros propiamente dichos, es decir dueños de la oración, de las bocaminas, no son más de 10 mil, los demás son trabajadores que reciben un pago en oro”, finalizó.