En respuesta a una declaratoria de emergencia energética nacional, el Departamento del Interior de Estados Unidos anunció que completará en solo 14 días la revisión ambiental del proyecto minero Velvet-Wood, ubicado en Utah. Esta iniciativa, impulsada por la administración del presidente Donald Trump, busca reactivar la producción interna de uranio y vanadio, minerales estratégicos cuya importación representa actualmente la mayor parte del consumo estadounidense.
La mina Velvet-Wood, propiedad de Anfield Energy y situada en el condado de San Juan, planea extraer uranio y vanadio a través de operaciones subterráneas conectadas a la histórica mina Velvet. El proyecto contempla una alteración superficial mínima de solo 1.21 hectáreas y se beneficiaría de infraestructura ya existente, lo cual busca limitar el impacto ambiental. El mineral extraído se procesaría en la planta cercana de Shootaring Canyon, también perteneciente a Anfield, que será reactivada como parte del plan de expansión energética.
“El presidente Trump y su administración están respondiendo con rapidez y firmeza para resolver esta crisis. La revisión acelerada del proyecto minero representa precisamente la medida decisiva que necesitamos para asegurar nuestro futuro energético”, afirmó Doug Burgum, secretario del Interior.
Por su parte, Adam Suess, subsecretario interino de Gestión de Tierras y Minerales, destacó: “Al agilizar el proceso de revisión del proyecto, impulsamos el dominio energético estadounidense y garantizamos la seguridad energética de nuestro país”.
Actualmente, Estados Unidos depende casi completamente de productores extranjeros para cubrir su demanda de uranio, siendo Rusia, Kazajistán y Uzbekistán los principales proveedores. En el caso del vanadio, cerca del 50 % se importa, principalmente de China, Rusia, Sudáfrica y Brasil.