Por: Iván Arenas, consultor en temas de minería, hidrocarburos y gestión pública.
De acuerdo a un último reporte de la agencia Bloomberg “UBS (banco de inversión) proyecta alza del cobre para finales de 2025 y 2026”. En el reporte se añade que “el precio del cobre alcanzará los US$ 10 mil la tonelada métrica hacia el cierre de 2025, con una proyección de US$ 10,750 para junio del 2026”.
Si semejantes proyecciones son ciertas entonces estaríamos ante una coyuntura favorable para las arcas peruanas. ¿Qué empuja el crecimiento del precio del metal rojo en el mercado? Varias cosas.
Entre ellas, el cierre de una inmensa mina de cobre en el Congo, segundo productor hoy; la guerra en Medio Oriente y el rearme europeo pero sobe todo alemán; y de fondo el déficit de producción que llegaría a 87 mil toneladas. El favorable precio del cobre sin duda ayudaría a soportar el peso político de las próximas elecciones.
No obstante, el problema ya no está en el precio en el mercado; el problema está aquí en el Perú. El 2026 será un año electoral no solo presidencial sino además en las regiones y provincias. Y si decimos que será un problema es porque es así. Es altamente probable que tengamos una colisión entre un candidato pro mercado y otro colectivista. Ante semejante panorama la proyección no es muy buena.
Así, en lugar de certidumbres a los mercados, el Perú será una fuente de incertidumbre y alto riesgo social. ¿Es posible una nueva paralización del país como en el 2021? Sí, sin embargo aquí, ante tanta oferta electoral, se estima que la paralización será aún peor.
En otro momento el Perú habría sabido aprovechar las proyecciones favorables del precio del cobre no solo para desarrollar más operaciones mineras sino, sobre todo, para poder establecer política de seguridad.
Hoy ya existe un mercado del cobre informal e ilegal que pone en jaque las principals operaciones mineras, sobre todo en el sur peruano. Con un gobierno sin liderazgo, el 2026 no se viene positivo. ¿Qué hacer? Blindar la minería legal y formal, reduciendo los trámites y bajando el riesgo social.