Advirtieron que la expansión de la minería ilegal compromete el desarrollo de nuevos proyectos exploratorios.
En el marco de proEXPLO 2025, líderes de destacadas compañías de exploración minera advirtieron que la expansión de la minería ilegal y los crecientes obstáculos regulatorios en Perú podrían comprometer seriamente el desarrollo de nuevos proyectos exploratorios. No obstante, subrayaron que el país mantiene condiciones fundamentales que lo posicionan como un destino privilegiado para la inversión minera junior: un subsuelo rico en recursos y un talento humano altamente capacitado.
Durante la mesa redonda dedicada a las empresas junior, organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Álvaro Fernández-Baca, vicepresidente de Exploración de Palamina Corp., fue enfático al señalar que la minería informal representa una amenaza existencial para las compañías de exploración temprana.
“Es una amenaza de muerte para las empresas junior si no se revierte”, declaró. Añadió que, frente a la presión de los conflictos sociales, el marco regulatorio ha derivado en una complejidad que desincentiva nuevas inversiones.
Fernández-Baca compartió el panel con referentes del sector como David Kelley (CEO de Chakana Copper), Ian Gendall (CEO de DLP Resources) y José Vizquerra (presidente de Silver Mountain Resources), quienes ofrecieron una mirada crítica pero esperanzadora sobre el futuro de las junior en Perú.
David Kelley, con más de tres décadas de experiencia en la industria minera global, destacó que Perú ofrece una combinación poco común: geología de clase mundial y un marco legal sólido en cuanto a propiedad minera. “Es uno de los mejores países para las junior, pero el proceso de permisos es demasiado lento. Eso dificulta mantener el impulso de los proyectos”, comentó.
José Vizquerra reforzó esta idea con una comparación directa con Canadá: “Allí puedes obtener un permiso de perforación en dos meses. En Perú, puede tomar hasta dos años. Esa diferencia tiene un impacto económico directo. El tiempo es dinero”, alertó.
En medio de las dificultades, los panelistas también resaltaron avances significativos en la industria local. Fernández-Baca recordó el proceso de “peruanización” del sector vivido entre 2003 y 2013: “Antes teníamos que importar perforistas. Hoy el Perú exporta talento en perforación”.
Por su parte, Ian Gendall subrayó la importancia de una gestión activa en campo: “La exploración exitosa no solo depende del capital. Hay que estar en terreno desde el inicio, para descubrir oportunidades incluso en etapas tempranas”.
El consenso entre los panelistas fue claro: si bien es urgente mejorar la eficiencia del marco regulatorio y combatir la minería ilegal, Perú sigue destacando por sus ventajas estructurales. Su riqueza geológica, combinada con un ecosistema técnico cada vez más sofisticado, mantiene al país como un polo atractivo para empresas junior comprometidas con una minería sostenible y responsable.