Actualmente, la unidad procesa 3,100 toneladas diarias de minerales polimetálicos, principalmente zinc, plomo, cobre y plata.
Con una inversión proyectada de US$ 12.3 millones, la compañía minera Chungar, subsidiaria de Volcan Compañía Minera, ha presentado ante el Senace el tercer Informe Técnico Sustentatorio (ITS) correspondiente a la Segunda Modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) de la Unidad Minera Animón, ubicada en Pasco.
Esta iniciativa tiene como principal objetivo garantizar la continuidad operativa de una de sus unidades productivas clave, optimizando procesos, extendiendo el horizonte productivo y consolidando su rentabilidad en el mediano plazo.
La propuesta contempla una extensión de 33 meses en el cronograma del programa de minado (hasta diciembre de 2030), lo que representa 2 años y 9 meses adicionales de operaciones, sin necesidad de grandes expansiones físicas. Este ajuste permitirá completar actividades postergadas y desarrollar nuevas labores subterráneas, asegurando el acceso a nuevas zonas del yacimiento.
Actualmente, la unidad procesa 3,100 toneladas diarias de minerales polimetálicos, principalmente zinc, plomo, cobre y plata, lo cual garantiza un flujo constante de producción y comercialización de metales con alta demanda internacional. Se proyecta que entre 2020 y 2030, Animón alcanzará una producción acumulada de 12.98 millones de toneladas, consolidando su relevancia dentro del portafolio de activos de Volcan.
Entre las acciones de mejora se destacan la profundización de labores mineras hasta el nivel 3,730 m.s.n.m., incluyendo la habilitación de nuevas galerías, chimeneas y accesos.
La modernización del sistema de tratamiento de aguas residuales industriales (PTARI) con nuevos reactores, sedimentadores y dosificadores. Si bien la capacidad de tratamiento se mantiene en 1,200 l/s, la eficiencia del proceso se incrementará, reduciendo riesgos ambientales y asegurando el cumplimiento normativo.
Reducción de costos logísticos mediante la rehabilitación de un túnel existente en el nivel 610, destinado al transporte de relaves y desmonte hacia el depósito Quimacocha. Esta medida también contribuye a disminuir el impacto en superficie, alineándose con estándares ESG.