Antamina, Cerro Verde, Gold Fields y Nexa adoptan energía renovable, electromovilidad y tecnologías limpias para reducir emisiones de GEI.
La minería formal en Perú acelera sus compromisos de descarbonización con metas ambiciosas hacia 2030 y más allá. Según el estudio Mining’ Moment de ABB, el 75% de ejecutivos en Sudamérica considera viable una reducción significativa de emisiones con tecnologías ya disponibles.
Ese optimismo se refleja en acciones concretas: desde buses eléctricos y contratos de energía renovable hasta programas de electromovilidad en flota minera. Marco Fragale, CEO de Orygen, destacó a Forbes que “la demanda de la minería se ha mantenido por encima del 60% del total respecto al total de energía certificada en los últimos tres años, lo que confirma el compromiso real del sector con una operación más limpia y trazable”.
Antamina prueba opciones de electromovilidad y analiza reducir emisiones directas a partir de 2036 con camiones de acarreo ultra-class de bajas emisiones. Hacia 2033 apunta a reducir al 100% sus emisiones de alcance 2 con energía renovable. En Cerro Verde, el objetivo es recortar en 15% la intensidad de GEI por tonelada de cobre al 2030. “Esta tecnología permitirá reducir el uso de camiones de acarreo y, por tanto, el consumo de diésel”, explicó Derek Cooke, gerente general de la empresa, que ya invirtió US$ 192 millones en eficiencia energética.
Por su parte, Gold Fields fijó metas de reducir en 30% sus emisiones de alcances 1 y 2 y en 10% las de alcance 3 para 2030, avanzando hacia la neutralidad de carbono en 2050. En Perú, la compañía firmó un contrato de suministro de energía renovable con Kallpa Generación y optimiza la gestión de residuos orgánicos, lo que ya redujo 480 tCO2e al año. “Como parte de la agenda futura, se contempla la incorporación de tecnologías más limpias en los procesos operativos”, señaló Carlos Cueva, jefe de Medio Ambiente.
¿Qué estrategias aplica Nexa en su ruta hacia la neutralidad de carbono?
Nexa Resources, con operaciones en Perú y Brasil, se comprometió a reducir 53.000 toneladas de CO2e al 2030 y alcanzar emisiones netas cero en 2050. La compañía incorporó montacargas eléctricos en Cajamarquilla, camiones a GNV en su flota y equipos híbridos en Cerro Lindo. Desde 2020 utiliza tecnologías impulsadas por hidrógeno y en 2024 destinó US$ 12 millones a salud, seguridad y medio ambiente, con una proyección de US$ 18 millones para este año. Actualmente, el 91% de su electricidad proviene de fuentes renovables, consolidando una operación minera cada vez más sostenible.