El buen desempeño de la recaudación minera se da en un contexto internacional favorable, con precios del cobre y el oro en máximos históricos.
La recaudación fiscal proveniente del sector minero alcanzó en abril de 2025 los 3.115 millones de soles, lo que representó un incremento del 50% respecto al mismo mes del año anterior, según datos de la SUNAT.
Esta cifra impulsó el acumulado del primer cuatrimestre a 8.263 millones de soles, un aumento del 37% frente a 2024. Pese a este crecimiento, aún no se supera el récord de 11.781 millones recaudados en el mismo periodo de 2022, debido a factores que limitan el impacto de los altos precios de los metales.
El buen desempeño de la recaudación minera se da en un contexto internacional favorable, con precios del cobre y el oro en máximos históricos. El cobre cotiza este año en promedio a 9.600 dólares por tonelada, un 20% más que en 2022, mientras que el oro alcanza los 2.500 dólares por onza, un 38% más que hace tres años.
Sin embargo, el aumento sostenido de los costos operativos ha reducido las utilidades de las empresas, afectando directamente la base tributaria sobre la que se calculan impuestos como el Impuesto a la Renta y las regalías.
Entre los principales factores que han limitado una mayor recaudación figura el alza de los costos mineros, con aumentos en energía (62.81%), insumos (25.22%) y costos laborales (22.12%) en los últimos cinco años.
Esto ha reducido los márgenes de utilidad de las compañías, sobre los cuales se aplica el régimen impositivo minero. La estructura tributaria actual, centrada en la rentabilidad de las operaciones, muestra así sus límites cuando los costos escalan al ritmo actual.
Además de los costos, la minería ilegal representa un obstáculo creciente para la recaudación estatal, en especial en el rubro aurífero. La producción formal de oro cayó 10.5% en el primer trimestre del año, debido al avance de la minería informal y los conflictos sociales en zonas como Patás, en La Libertad.
Esta área concentra el 20% de la producción aurífera nacional y ha sido afectada por la suspensión de operaciones de empresas como Minera Horizonte y Retamás.
Frente a este panorama, especialistas advierten que el verdadero reto para el país no es solo externo, como los aranceles en EE. UU., sino interno: mantener la competitividad minera frente al avance de la informalidad y la incertidumbre política.
Con las elecciones de 2026 en el horizonte, el riesgo de una mayor politización del discurso antiminero podría frenar inversiones y, con ello, limitar el potencial fiscal de uno de los sectores más importantes para el Estado peruano.