Terminales como Chancay, San Nicolás, Ilo, Matarani y Marcona forman parte del portafolio de inversiones que busca articular minería y logística.
El Perú impulsa un portafolio de inversiones superior a US$5,000 millones destinado a modernizar terminales estratégicos para la exportación de minerales, según destacó Juan Carlos Paz Cárdenas, expresidente de la Autoridad Portuaria Nacional, durante el Jueves Minero del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP). Estas obras buscan acompañar la cartera minera nacional, valorizada en US$64,000 millones en proyectos hasta 2025.
Entre las iniciativas resaltan el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, el muelle de San Nicolás, el Terminal Portuario de Ilo y las ampliaciones en Matarani y Marcona, todos bajo la modalidad de asociaciones público-privadas (APP). “Invertir en conectividad no es una decisión coyuntural, sino estructural. La minería empuja, pero necesita puertos y corredores logísticos de clase mundial para seguir creciendo”, enfatizó Paz Cárdenas.
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El especialista advirtió que el reto va más allá de construir terminales: se requiere articular corredores intermodales que integren carreteras y trenes, dado que la dependencia del transporte por camión eleva los costos y reduce la competitividad frente a otros países. Casos como Apurímac, con megaproyectos cupríferos, o Michiquillay en Cajamarca, demandan soluciones portuarias y logísticas de alto nivel para insertarse en los mercados internacionales.
¿Cuál es la meta de esta estrategia?
Paz Cárdenas sostuvo que la infraestructura portuaria debe responder a un doble objetivo: eficiencia económica y cohesión territorial. Con nodos como Callao, Chancay, Bayóvar, Marcona, Matarani, Ilo y Eten, el país apunta a consolidarse como hub logístico minero en Sudamérica, siempre que las inversiones se concreten en un marco de articulación entre el Estado y el sector privado.