El nuevo Reglamento de la Ley N.º 32213, aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) mediante Decreto Supremo N.º 009-2025-EM, ha incluido una polémica disposición: la posibilidad de heredar la inscripción en el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO).
Según la norma, cuando un minero inscrito en el REINFO fallece, sus herederos podrán conformar una persona jurídica para continuar con el proceso de formalización, asumiendo las obligaciones técnicas, ambientales y legales. Para el Ejecutivo, esta medida reconoce la realidad de miles de familias que dependen de la minería artesanal y asegura continuidad legal.
Sin embargo, la reacción no se hizo esperar. El congresista Wilson Soto expresó: “Rechazo que ahora el REINFO sea heredable, la informalidad no es un derecho familiar, vamos a pedir las explicaciones”.
En la misma línea, la parlamentaria Ruth Luque sostuvo: “Esta disposición es un grave retroceso. No solo contradice la propia ley que no menciona la sucesión, sino que consolida un mecanismo que ha servido para proteger actividades ilegales, facilitar el uso irregular de explosivos y permitir operaciones sin contrato ni control ambiental”. Agregó que esto confirma que el Ejecutivo no desactivará el REINFO en diciembre de 2025, como prometió.
Para el especialista en derecho ambiental César Ipenza, “la norma sobre el Reinfo hereditario tiene visos de ilegalidad. Con la medida, siguen extendiendo esta situación de ilegalidad e informalidad en el tiempo”.
Desde el sector empresarial, el presidente de Buenaventura, Roque Benavides, también alzó la voz: “Lo que ha salido publicado en El Peruano de que ahora además va a ser hereditario es una barbaridad (…). De la informalidad se pasa a la ilegalidad y, por supuesto, a la delincuencia. Ese es el problema, esa es la cadena, el círculo vicioso en lo que nos estamos metiendo”.
Aunque el MINEM argumenta que el cambio busca ordenar el proceso de formalización y evitar vacíos legales tras el fallecimiento de un titular, el debate sobre el REINFO sigue abierto y más polarizado que nunca.