Los precios del petróleo registraron una nueva caída este martes, en medio de señales de distensión geopolítica en Medio Oriente y una creciente expectativa en torno a la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
El crudo de referencia West Texas Intermediate (WTI) bajó más de 1 %, cotizando por debajo de los 59 dólares por barril, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara el fin de los bombardeos contra los rebeldes hutíes en Yemen, tras un alto al fuego facilitado por Omán. Además, declaraciones del vicepresidente JD Vance abrieron la posibilidad de que Irán vuelva a integrarse a la economía global si se retoma el acuerdo nuclear, lo que sumaría oferta al mercado energético.
En el ámbito económico, los mercados se mantienen atentos a la reunión de la Fed que se celebrará este miércoles. Aunque no se esperan cambios inmediatos en las tasas de interés, los inversionistas aguardan las declaraciones del presidente del organismo, Jerome Powell, en busca de pistas sobre el rumbo de la política monetaria en el contexto de las recientes medidas comerciales de la administración Trump.
El repunte inicial en los precios del crudo se desvaneció tras el anuncio de una reunión entre funcionarios estadounidenses y chinos en Suiza, la primera desde la imposición de nuevos aranceles por parte de EE. UU. En paralelo, China recortó su tasa de interés para contrarrestar el impacto económico de las represalias comerciales.
“Existe el temor de que las negociaciones puedan fallar y terminen afectando la demanda global de petróleo”, señaló Robert Yawger, director de futuros de energía en Mizuho Securities USA. A esto se suma la percepción de que no habrá recortes de tasas en el corto plazo, lo que ha reforzado la presión bajista sobre los precios.
A pesar de la tendencia a la baja desde enero, impulsada por tensiones comerciales y la mayor oferta proyectada por la OPEP+, los precios han logrado estabilizarse levemente en los últimos días. Sin embargo, analistas como Diamondback Energy advierten que la actual caída podría afectar la producción de petróleo de esquisto en EE. UU., una proyección respaldada por la reciente reducción en las estimaciones de producción por parte de la Administración de Información Energética.