Entrevista a Miguel Cardozo, Gerente General de CP Group.
¿Cuáles son los otros temas que este gobierno le ha faltado abordar, o si lo ha hecho, fue de una manera superficial?
Creo que las reacciones del gobierno y de muchas otras instituciones públicas para enfrentar los problemas que tenemos han sido -por decirlo de alguna manera- insuficientes y mal orientadas.
Es obvio que la minería enfrenta problemas vinculados a la crisis económica internacional, al alto nivel especulativo de los mercados internacionales; y es cierto también que el gobierno y las instituciones que deben regir el comportamiento y el desarrollo del sector minero son parte de ese problema; no es solo el precio de los metales, es también el contexto nacional.
La excesiva burocracia, el celo ambiental exagerado, ineficiente e irrazonable en muchos casos, como por ejemplo en la exploración minera, donde hay normas, conceptos, acciones, prácticas que no están en proporción al riesgo ambiental de esa actividad.
Estos han sido temas que también han perjudicado y demorado los proyectos y han generado mala imagen para el sector de industrias extractivas; han generado consecuencias que han sido utilizadas para oponerse al desarrollo de proyectos por políticos interesados que no miran el desarrollo del país en el largo plazo y que solo están movidos por intereses privados, particulares y muy de corto plazo.
Estamos haciendo las cosas mal como país. Hemos tenido una oportunidad, hasta este momento, lo suficientemente importante como para poder estar en condiciones de operar con mucho menor enfrentamiento y discrepancia con las poblaciones.
No es posible que en estos años de abundancia, de regalías, de canon, que no hayamos podido dar la demostración concreta y clara que el aporte económico de la minería es clave para fomentar el desarrollo económico integral del país.
Hay mensajes ambiguos por parte del gobierno y sabemos que las declaraciones de políticos más importantes tienen efectos en las personas, pero también sabemos que los políticos no han sido responsables y dan en muchos casos, ciertas opiniones, por lo menos ambiguas, sino mal intencionadas.
¿Qué temas en relación a la minería deberían formar parte de los planes de gobierno de los futuros candidatos a la presidencia del Perú?
A nivel general, ahora lo urgente que debemos hacer en el corto plazo, es pensar en el largo plazo. Ese es un asunto cultural que debemos vencer, y no me refiero solo en temas de minería, sino a nivel del Perú.
El gran problema que tenemos nosotros es que nada se soluciona para estar bien en adelante; por el contrario, se plantean soluciones para salir del conflicto, del problema, de la circunstancia y nadie tiene un pensamiento claro, consolidado de lo que se debe hacer para pensar en el largo plazo.
Por eso se generan discusiones, debates absurdos. Por ejemplo, se argumenta que no se debe favorecer a la industria extractiva y que se debe diversificar la economía del país. La gente no puede ver alrededor a países como Chile, Australia, Canadá, y darse cuenta que el crecimiento de la economía basada en recursos naturales es la que permitió a estos países crecer industrialmente, diversificar su economía, generar industrias de servicios de alta calidad.
La minería invierte en innovación, en tecnología y es el motor que puede permitir que nuestro país de acá a 20 o 30 años tenga un perfil económico y un esquema de desarrollo completamente diferente.
Han pasado casi 20 años desde que iniciamos el despegue económico del país y ante la primera crisis estamos en discusiones como las que teníamos hace 20 años atrás, y siempre pensando en la elección del día de mañana y acá tenemos elecciones a cada rato, de manera que la agenda es esa.
Los ministros no tienen certeza de la duración de sus puestos; los funcionarios tampoco. Todo se concentra en el corto plazo y nadie piensa en el largo plazo ni siquiera las instituciones.
Frente a ello, nosotros los mineros debemos tomar el liderazgo, tenemos que pensar, proponer estrategias de largo plazo al país y no solo para la minería.
Hace poco en una conferencia les decía a mis colegas que tenemos que escoger lo que queremos ser: líderes o piñatas; en el sentido de que mientras nosotros no tomemos el liderazgo, no pensemos en el largo plazo, ni digamos las cosas que se deben hacer y que quisiéramos proponer para este país; la discusión seguirá enfocada en el conflicto, en temas de menor importancia y en ese contexto, nosotros –los mineros- para lo único que servimos, es de piñatas, arrinconados, defendiéndonos de ataques injustificados, y sin poder cambiar esta situación.
Tras los últimos conflictos socio-ambientales como Tía María y Conga, ¿las mineras deberían modificar su discurso o saber por qué el mensaje no está llegando a las comunidades?
Creo que el empresariado minero y los mineros en general; es decir los profesionales, debemos tener un discurso que aún no tenemos tenemos. ¿Qué discurso se puede tener si solo nos estamos defendiendo? Los discursos se estructuran según las circunstancias, y cuando estamos a la defensiva simplemente tenemos que poner nuestras energías en evitar que nos ataquen.
Nosotros mismos debemos sacarnos ese chip y debemos decir que la agenda la vamos a sugerir nosotros y la conciliamos con los intereses del país, con sus necesidades de desarrollo, con las condiciones políticas, pero tenemos que tener nuestra agenda porque nosotros somos un sector importante para el desarrollo económico y social del Perú; si no la tenemos, ya estamos fallando.
Finalmente, espero y creo que se va a dar en la situación que PERUMIN va a marcar un inicio en esta línea de acción y pensamiento que necesitamos en la minería. Yo creo que el largo plazo debe convertirse para nosotros en un objetivo inmediato.
(La entrevista la encuentra en la edición impresa y virtual de su revista RUMBO MINERO Nº 89)