En la industria minera las fajas transportadoras se han consolidado como uno de los sistemas más eficientes y estratégicos para el manejo de materiales.
Estos sistemas están compuestos por diversos elementos y accesorios, como rodillos, poleas, tensores, limpiadores, estaciones de impacto, coberturas protectoras, sistemas de alineación y estructuras metálicas de soporte. Todos ellos deben seleccionarse cuidadosamente para soportar condiciones extremas como cargas pesadas, alta abrasión, exposición a humedad, polvo, cambios de temperatura y terrenos irregulares.
En la industria minera se emplean distintos tipos de fajas transportadoras, cada uno diseñado para adaptarse a condiciones operativas específicas y al tipo de material que se requiere trasladar.
Entre las más utilizadas se encuentran las convencionales, compuestas por una banda continua de caucho reforzado con tejidos sintéticos, que ofrecen buena resistencia mecánica y versatilidad para el transporte de materiales a granel en distancias cortas o medias.
Para operaciones de mayor envergadura, donde se requiere movilizar grandes volúmenes de mineral a lo largo de extensos recorridos, se emplean las fajas de alta capacidad, que están reforzadas internamente con cables de acero y permiten un transporte eficiente, continuo y de bajo mantenimiento. Por otro lado, se utilizan también las fajas elevadoras, que pueden estar equipadas con superficies texturizadas o accesorios como cangilones, facilitando el ascenso del material sin deslizamientos.
Otro tipo muy comercializado es la faja tipo Chevron o texturizada, que incorpora un relieve en forma de espiga para evitar que el material se deslice, especialmente en tramos inclinados. También son comunes las fajas resistentes al calor, utilizadas cuando se transportan materiales a altas temperaturas, como clinker o minerales recién procesados.
Principales ventajas
Las fajas transportadoras representan una solución altamente eficiente para el traslado de materiales, ofreciendo múltiples ventajas frente a otros métodos de transporte, como los camiones. Una de sus principales fortalezas es la capacidad de transporte continuo, lo que permite mantener un flujo constante de material desde los frentes de trabajo hasta las plantas de procesamiento o zonas de acopio.
Otra ventaja es la reducción de costos operativos. Al funcionar de forma automatizada, las fajas requieren menos personal, consumen menos energía por tonelada transportada en comparación con equipos móviles, y reducen el des gaste asociado al uso intensivo de ca
miones, como el mantenimiento de neumáticos, motores y sistemas hidráulicos. Además, contribuyen a una mayor seguridad operativa, ya que minimizan la circulación de vehículos pesados dentro de las minas, lo que a su vez reduce el riesgo de accidentes laborales relacionados con el tránsito. También permiten un entorno de trabajo más ordenado y predecible, facilitando la planificación y el control de la producción. Así también, ofrecen una alta adaptabilidad a distintos terrenos, distancias y volúmenes de producción. Pueden diseñarse para operar en pendientes, curvas o zonas de difícil acceso, lo que
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