La compañía estadounidense evalúa alianzas para explotar nódulos polimetálicos en la Clarion‑Clipperton Zone, clave para la transición energética global.
La multinacional Lockheed Martin ha retomado con fuerza sus planes de minería submarina en la Clarion‑Clipperton Zone (CCZ), tras recuperar sus licencias de exploración en esta región del Pacífico. Estos permisos, otorgados originalmente en la década de 1980, habían permanecido inactivos hasta que, tras la quiebra de la firma noruega Loke Marine Minerals, regresaron formalmente a manos de la empresa estadounidense.
Ahora, Lockheed explora alianzas estratégicas con compañías mineras para impulsar la extracción de nódulos polimetálicos, compuestos por minerales esenciales como níquel, cobalto y cobre. Estos insumos son fundamentales para baterías de vehículos eléctricos, almacenamiento energético y tecnologías avanzadas en electrónica y defensa.
Reservas estratégicas para EE.UU.
Según estimaciones del propio gobierno de los Estados Unidos, las zonas en poder de Lockheed albergarían más de mil millones de toneladas métricas de nódulos marinos, con un potencial económico superior a US$ 300,000 millones. Se proyecta que esta actividad podría generar hasta 100,000 empleos en la próxima década.
El director de operaciones de Lockheed, Frank St John, declaró al Financial Times que “existe gran interés” por parte de empresas especializadas en minería submarina. Además, la firma trabaja de forma coordinada con el Pentágono para establecer cadenas de suministro seguras que garanticen la seguridad nacional de recursos críticos.
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EE.UU. busca posicionamiento global
El renovado impulso de Lockheed se produce tras una orden ejecutiva emitida en abril por el expresidente Donald Trump, que habilita nuevas licencias en aguas internacionales y reconoce los minerales del lecho marino como activos estratégicos.
En paralelo, la International Seabed Authority (ISA) —organismo dependiente de la Convención del Mar de la ONU— negocia protocolos ambientales, esquemas de regalías y límites de ruido submarino. Aunque Estados Unidos no ha ratificado este tratado, participa activamente en la definición de reglas globales. En el plano interno, Lockheed deberá cumplir también con los requisitos de la NOAA, que mantiene su propio régimen de licencias para operaciones mineras en aguas profundas.
Minería responsable como condición habilitante
Lockheed Martin ha manifestado su compromiso con una minería marina ambientalmente responsable, enfatizando su capacidad tecnológica para operar con estándares robustos. La empresa asegura que puede mitigar impactos mediante el control de sedimentos, monitoreo de fauna marina y diseño de procesos que reduzcan la alteración del ecosistema submarino.
De avanzar en coordinación con la ISA y la NOAA, Lockheed podría establecer protocolos de referencia en minería profunda, posicionando a Estados Unidos como líder en un sector aún incipiente pero con enorme potencial económico, tecnológico y geopolítico.