MINERÍA. La cartera de proyectos mineros que maneja el Gobierno supera los US$ 60,000 millones, pero en términos prácticos, apenas la mitad de este monto cuenta con un verdadero potencial de ser desarrollado en el corto plazo, dadas las condiciones del mercado interno y externo.
Una investigación de Peru: Top Publications estima que de los 47 proyectos mineros que involucran inversiones por US$ 61,730 millones, solo 24 tienen posibilidades de desarrollo en el siguiente quinquenio y representan uno US$ 29,513 millones.
“Según nuestra investigación presentamos la información de acuerdo con una encuesta realizada a un pool de expertos en temas mineros, acerca de las posibilidades de desarrollo de los proyectos en cartera, en diversas fases: ampliaciones, EIA aprobados y en exploración”, detalla el informe.
De los 24 proyectos, 13 tienen al cobre como mineral principal a ser explotado, le siguen en importancia seis proyectos de oro, dos proyectos de fosfatos e igualmente dos proyectos de hierro y uno de plata.
Exploración
En tanto, son 18 los proyectos que se encuentran en fase de exploración o que tienen estudios avanzados y con potencial a ser desarrollados en el mediano o largo plazo, pero que necesitan un precio más alto para avanzar a la fase de explotación.
La fuerte caída de los precios de los metales en el mercado externo ha restado atractivo al sector minero en los últimos dos años, pero las decisiones de inversión también se han visto golpeadas a nivel interno por los conflictos sociales y el exceso de permisos para sacar adelante un proyecto.
“En este grupo también incluimos a Tía María, que sin tener la oposición de Minas Conga, consideramos que se deberá hacer un esfuerzo mayor para convencer a la población de los beneficios a la zona de Islay”, anotan.
En el tercer grupo se encuentran cinco proyectos paralizados o con problemas sociales. Se trata de iniciativas en donde ha quedado demostrado la existencia de un clima de conflictividad sumamente hostil, como el caso de Minas Conga en la región Cajamarca.
Las inversiones en este tipo de proyectos suman US$ 9,371 millones; aunque al restar la inversión ejecutada quedan pendientes US$ 7,871 millones, que difícilmente se podrán destrabar en una coyuntura electoral como la que vivirá el país el próximo año.
De hecho, la inversión minera ha mantenido una clara tendencia a la baja y entre enero y julio de este año acumula unos US$ 4,213 millones, lo que representa ya una caída de 15.6% frente al 2014.
Prudencia en compromisos con las comunidades
El estudio de Peru: Top Publications prevé que el descenso de los ingresos de las empresas comporta también una revaluación de los compromisos o aportes a suscribir con las comunidades de las zonas de influencia, en la medida que el flujo de caja de los proyectos se puede volver negativo porque los costos aumentan a mayor velocidad que los ingresos.
“De manera que es poco probable ofertas como la transferencia de S/. 1,000 millones a Moquegua por parte de Anglo American para llevar adelante Quellaveco”, explica.
Además los niveles de endeudamiento de las empresas y sobre todo de las multinacionales aumentaron por las grandes compras realizadas en la época del boom, y ahora ven castigados severamente las cotizaciones de sus acciones en las bolsas de valores, lo que está llevando a una venta de activos tanto en el exterior como a nivel local.
EL DATO
Urge revisar cartera del MEM
Una corrección. La investigación de Peru: Top Publications sobre los proyectos mineros en el Perú encontró la necesidad de revisar la cartera de proyectos que difunde desde hace años el Ministerio de Energía y Minas, tanto en el plazo probable para llevarse a cabo como en el monto de las inversiones requeridas. La cartera del MEM incluye al proyecto Anama, que entró en operaciones en junio, y a Constancia, en producción desde el 2014.
Fuente: Gestión