En el Foro Internacional de MINPRO 2025, especialistas advirtieron que “2025 es el año de la geopolítica” y destacaron que “todos los caminos conducen al cobre”, en un contexto de tensión global y transición energética que incrementa la demanda por minerales estratégicos.
Durante la Expo Mineros y Proveedores – MINPRO 2025, se llevó a cabo el Foro Internacional denominado “Perspectivas Económicas en torno a la minería a nivel mundial”. El evento reunió a expertos del sector energético, académico y periodístico para analizar los desafíos de la minería en el actual contexto geopolítico.
Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile, subrayó que “2025 es el año de la geopolítica”, marcado por un reordenamiento del poder global y una creciente tensión entre China y Estados Unidos que “incluye lo tecnológico, lo financiero, lo militar y lo político”. Señaló que la minería ocupa un rol estratégico en este nuevo escenario, donde el modelo de apertura económica ha sido desplazado por lógicas de seguridad nacional. “Desde 1980 hasta 2008, el discurso global era liberar mercados (…), pero con la crisis financiera comienza a tomar mayor visibilidad los llamados movimientos ‘anti-globalización’”, explicó.
Asimismo, José Gonzales, editor internacional de Rumbo Minero American Mining, afirmó que “la minería ya no puede verse únicamente desde el subsuelo, sino desde el tablero global”, aludiendo al nuevo orden geopolítico impulsado por la transición energética. En esa línea, remarcó que “el mundo está pasando de una matriz de combustibles a una matriz de electricidad”, lo que ha elevado la demanda de minerales como el cobre y las tierras raras. No obstante, advirtió que “el 40% de la producción de cobre está en Chile, pero no está bajo la esfera de dominio de los Estados Unidos”, mientras que China ya controla el 30% del mercado global con inversiones en el continente africano. Ante esta concentración, propuso una “unión de cobre” para aumentar el poder de negociación regional.
Por su parte, Rubén Arratia, director de Wood Mackenzie, centró su exposición en el papel de Chile y Perú en el mercado del cobre. Sostuvo que “la geopolítica se ha mostrado sumamente importante” para entender el comportamiento de este mineral clave en la electrificación global. Arratia afirmó que “todos los caminos conducen al cobre” y pronosticó un incremento sostenido en los precios, dado que la demanda seguirá superando a la oferta en ausencia de tecnologías disruptivas. No obstante, llamó la atención sobre los elevados costos sociales y ambientales que afectan la rentabilidad, aunque también otorgan legitimidad a los proyectos. En el caso peruano, criticó la falta de acción estatal y urgió acelerar los proyectos con potencial.