En un intento por reducir los apagones y fortalecer el sistema de transporte eléctrico, el Gobierno argentino lanzó un ambicioso plan de obras por más de USD 6.600 millones. La iniciativa, que contempla 17 proyectos estratégicos distribuidos en todo el país, será ejecutada mediante un esquema de concesión privada, sin que implique costos directos para el Estado. Los usuarios solo asumirán el financiamiento a través de sus tarifas una vez que las obras estén finalizadas y en funcionamiento, aclaró la Secretaría de Energía.
El vocero presidencial Manuel Adorni informó que el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, firmará una resolución para declarar estas obras como prioritarias. El objetivo es reforzar el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), incrementar la calidad del suministro y eliminar cuellos de botella críticos en la transmisión eléctrica. Según datos oficiales, un 35% de las instalaciones actuales se encuentra al final de su vida útil, y la última obra de alta tensión nacional se realizó en 2017.
El nuevo plan incluye la ampliación de estaciones transformadoras de 500 kV y la construcción de 5.610 kilómetros de líneas eléctricas, un aumento del 38% respecto de la red existente en Argentina. Entre las obras previstas destacan líneas en Buenos Aires, Chubut, Santa Cruz, Mendoza, Córdoba, Catamarca, Salta, y dos interconexiones internacionales con Bolivia y Paraguay. Las adjudicaciones se realizarán mediante licitaciones nacionales e internacionales.
Este anuncio se produce tras una serie de apagones que afectaron al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde en marzo más de 740.000 usuarios quedaron sin luz por fallas en cables de alta tensión. La situación provocó caos vehicular, cortes en el subte y la detención de trenes. El Gobierno apuesta a que esta inversión estructural marque un punto de inflexión para el sistema energético del país.