La minera canadiense Mandalay Resources logró un sólido desempeño financiero en el primer trimestre de 2025, a pesar de una reducción en su producción de oro y antimonio, gracias a mayores precios de los metales y una gestión operativa eficiente en sus minas de Australia y Suecia.
En su mina Costerfield (Australia), la producción de oro cayó un 20% interanual, con 9,549 onzas extraídas, mientras que la de antimonio se redujo un 60%, pasando de 404 a 161 toneladas. Esta baja fue atribuida a menores leyes de mineral según lo previsto en el plan minero. Sin embargo, la unidad generó ingresos por US$ 39.7 millones y un EBITDA ajustado de US$ 26.6 millones, con una utilidad neta de US$ 10.6 millones.
En Björkdal (Suecia), la producción de oro fue de 10,827 onzas, un aumento del 4% respecto al mismo periodo del año anterior, impulsado por mejores leyes y mayor recuperación en planta. Esta operación reportó US$ 38.4 millones en ingresos y US$ 19.9 millones en EBITDA ajustado, con una utilidad neta de US$ 11.4 millones.
A nivel consolidado, Mandalay produjo 22,342 onzas equivalentes de oro, una caída del 10% frente al primer trimestre de 2024. Sin embargo, los ingresos crecieron 41% interanual, alcanzando los US$ 78.1 millones, debido al aumento de los precios promedio del oro (US$ 3,046/oz) y del antimonio (US$ 34,923/t).
El EBITDA ajustado subió 65% a US$ 44.1 millones, mientras que la utilidad neta se disparó un 152% hasta los US$ 14.8 millones. La compañía finalizó el trimestre con US$ 88.3 millones en efectivo y sin deuda.
Según el CEO Frazer Bourchier, estos resultados reflejan la solidez operativa y la ejecución disciplinada de inversiones estratégicas en el primer semestre del año. El CFO Hashim Ahmed destacó que, aunque los costos operativos aumentaron por inversiones anticipadas y menores volúmenes, la empresa mantiene una posición financiera limpia y con liquidez suficiente para seguir generando valor a largo plazo.
La compañía reafirmó su proyección para todo el 2025, anticipando una mayor producción en la segunda mitad del año y una reducción progresiva del gasto de capital.