No mĆ”s de diez empresarios impulsaron su creaciĆ³n en 1959, en un contexto en el que era difĆcil encontrar personal capacitado
Pocas veces en la historia del PerĆŗ el sector empresarial ha tenido un emprendimiento tan contundente en pro de la educaciĆ³n como el que se ve reflejado en el Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (Senati), una organizaciĆ³n que naciĆ³ en el seno del sector industrial y en especial de un grupo de empresarios que tenĆan una visiĆ³n que iba mĆ”s allĆ” de las simples rentas.
SegĆŗn la historia, no mĆ”s de diez empresarios impulsaron su creaciĆ³n en 1959 en un contexto en el que vislumbraban el despegue del sector industrial y resultaba difĆcil encontrar personal capacitado en el paĆs. Este grupo posiblemente no hubiera logrado mucho si no tuviera el respaldo de su gremio: la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
En ese entonces, los tĆ©cnicos debĆan ser traĆdos del extranjero para capacitar a los obreros del PerĆŗ, sobre todo en el manejo de las maquinarias que el sector estaba importando gracias a la ley de fomento industrial, la cual promovĆa la importaciĆ³n de bienes de capital con tecnologĆa de avanzada.
No era difĆcil que un obrero extranjero fuera contratado en el paĆs, pero a un costo muy alto y desplazando a trabajadores locales. La idea de crear una organizaciĆ³n que formara mano de obra calificada para la industria nacional, si bien era una necesidad, se vio reforzada con la iniciativa de otros paĆses como Brasil y Colombia donde ya se habĆan creado el Senati (Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial) y el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), respectivamente pocos aƱos antes.
Los industriales del paĆs formaron una comisiĆ³n presidida por Alejandro Tabini, un industrial fabricante de Indeco quien formulĆ³ el proyecto de ley para crear esta instituciĆ³n. En la exposiciĆ³n de motivos del proyecto de ley de creaciĆ³n del SenatiĀ fue aprobado por el directorio de la SNI el 12 de enero de 1961. Once meses despuĆ©s, el 19 de diciembre del mismo aƱo, se promulgĆ³ la Ley 13771 que creĆ³ el Senati.
El aporte del Estado tambiĆ©n fue crucial, cuatro aƱos despuĆ©s de su fundaciĆ³n, el 1 de julio de 1965, el presidente Fernando BelaĆŗnde inaugurĆ³ la sede central del Senati en la autopista al norte sobre un terreno de 100.000 m2. un Ć”rea rodeada de sembrĆos y construcciones industriales en lo que hoy es el distrito de Los Olivos.
A mediados del siglo pasado, en la mentalidad colectiva existĆa un acentuado desprecio por el trabajo manual, por las ocupaciones tĆ©cnicas, a las que se las consideraba como no dignas de las personas que aspiraban a una educaciĆ³n superior. La primera promociĆ³n del Senati en 1966 apenas sĆ tuvo 440 alumnos, que no fueron fĆ”ciles de reclutar. Hoy ingresan a esta instituciĆ³n 17.913 jĆ³venes y postulan cerca de 30.000.
El ejemplo que ha dado esta organizaciĆ³n es que cuando la voluntad del empresariado peruano se involucra seriamente en proyectos de largo aliento los resultados suelen ir acompaƱados del agradecimiento de todo un paĆs. Hoy, que el PerĆŗ cuenta con empresas de mayores recursos, habrĆa que preguntarse si estas pueden hacer un esfuerzo en el mismo sentido que motivĆ³ a los industriales a crear el Senati hace 50 aƱos.
Fuente: El Comercio