Las ciudades más populares del norte peruano – Chimbote, Huaraz, Trujillo, Chiclayo, Pacasmayo y Cajamarca- serán beneficiadas, desde setiembre de este año, con la masificación del gas de Camisea.
El concesionario del proyecto, Gases del Pacífico (Promigas), preveía transportar, desde este mes, las primeras moléculas de gas mediante gasoducto virtual (flota de cisternas). Pero un retraso en la construcción del cargadero de camiones de Peru LNG, en Pampa Melchorita, aplazó el inicio de operaciones.
“El Ministerio de Energía y Minas ha anunciado que el cargadero estará terminado en julio. A partir de allí, tendremos 40 días para hacer pruebas, así que esperamos arrancar la operación comercial a mediados de septiembre”, explica Alberto Polifroni, gerente general de Gases del Pacífico, en diálogo con el diario El Comercio.
PREVENTA DE GAS
El ejecutivo aseguró que la firman no tendrá ningún problema en iniciar el suministro de gas en la fecha prevista. Por ello ha completado la construcción de las siete plantas de regasificación (US$47 millones), que transformarán el gas natural licuado (GNL) procedente de Pampa Melchorita en gas natural comprimido (GNC), apto para el consumo en hogares e industrias.
Asimismo, ha iniciado la inversión más fuerte: el tendido de ductos, con US$133 millones. Esta obra permitirá cumplir con el compromiso de llevar el gas a 30 mil viviendas anualmente en los primeros cinco años de concesión.
“Una muestra de que no tendremos problemas en conectar 30.000 viviendas el primer año es que ya hemos firmado contratos de preventa de gas con 1.000 familias de Trujillo, Chiclayo y Cajamarca”, apunta Polifroni.
Añadió que Gases del Pacífico también ha asegurado contratos con 21 industrias de Chimbote y Trujillo, lo que ayudará a financiar las conexiones residenciales.
La colombiana apunta a mineras, pesqueras y agroindustrias para hacer sostenible el proyecto.
