Lampadia: No cambiar el capítulo económico de la Constitución

Lampadia: No cambiar el capítulo económico de la Constitución
Lampadia: No cambiar el capítulo económico de la Constitución. (Elaboración Rumbo Minero)

Para el autor del artículo, Jaime de Althaus, el capítulo económico de la Constitución de 1993 es la envidia de otros países de América Latina.

Según Gestión y El Comercio, la presidenta de la Comisión de Economía del Congreso, Silvia Monteza de Acción Popular ha informado que en su comisión están revisando “el capítulo económico de la Constitución para mejorarlo”. 

“Esto sería un grave error. El capítulo económico de la Constitución de 1993 es la envidia de otros países de América Latina”, señaló Jaime de Althaus, autor del artículo.

Añadió que las normas y garantías que establece permitieron que el Perú fuera el país que más creció y más redujo la pobreza en Sudamérica en los últimos 25 años.

“Sería absurdo cambiar lo que funciona bien”, resaltó.

Para el periodista, nuestra Constitución tiene más de 25 años y en su momento fue buena por motivos de que atravesamos una situación bastante crítica con el terrorismo, el narcotráfico.

“Cuando sacaron esa Constitución, le dieron todas las facilidades a la empresa privada para que venga a invertir en el Perú; ahora son otros tiempos y tenemos que hacer algunos ajustes”, recordó.

Asimismo, enfatizó que siempre hay que darle facilidades a la empresa privada para que venga a invertir en el Perú.

También mostró su posición que la izquierda quiere derogar, “para regresar a la marmaja”.

Más bien, continuó, habría que reformar la Constitución para añadir una disposición transitoria que establezca un plazo para cumplir con dicho artículo 60º.

“Lo que sí hace falta cambiar en la Constitución son aspectos de régimen político, para buscar una democracia funcional. Esto sí es urgente y fundamental”, escribió.

Perú vs el Mundo

En la publicación de Lampadia se resaltó que el Perú compite con otros países para atraer inversión extranjera.

“La Constitución actual no le da ni más ni menos facilidades que las que tiene la inversión nacional. En efecto, el artículo 63° establece que “la inversión nacional y la extranjera se sujetan a las mismas condiciones”, indicó.

Por otro lado, Jaime de Althaus expresó que en la actualidad la economía peruana se encuentra al mismo nivel que la economía de 1990.

“La economía nacional tiene que reconstruirse luego de la pandemia y de los efectos destructivos del gobierno de Pedro Castillo, que justamente está inhibiendo todo tipo de inversión de modo que las mayorías populares ni siquiera han logrado recuperar los niveles de empleo e ingresos anteriores a la pandemia. La situación es muy grave. Cambiar el capítulo económico sería el puntillazo final”, afirmó.

Consideraciones

Para el autor del artículo, sería necesario reforzar el precepto del artículo 58° que establece que “la iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado…”.

Así como el artículo 59°: “El Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y la libertad de empresa, comercio e industria”.

“Más bien sí se requeriría hacer un ajuste a la Carta Magna estableciendo el derecho a la formalidad, a una formalidad inclusiva. Ese sería un gran aporte, pero en el capítulo de los derechos”, recomendó.

Monopolios y oligopolios

En la nota, también se abordó el tema de los monopolios y oligopolios. En esa línea, recalcó que el Estado facilita y vigila la libre competencia.

“Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios”, señaló.

Añadió que si se suprimen monopolios y oligopolios como plantea un proyecto de modificación constitucional enviado por el Poder Ejecutivo, habría que comenzar por cerrar Petroperú, Sedapal y otras empresas públicas.

“A la izquierda no le interesa el carácter monopólico de una empresa, sino que sea privada. Lo que quiere es estatizar o nacionaliza” los llamados sectores estratégicos».

«Regresar al estatismo, que fue el causante de la hiperinflación generada por los déficits enormes que tuvieron las empresas estatales establecidas en los 70”, puntualizó.