Las constantes invasiones violentas a diferentes instalaciones estratégicas de la industria hidrocarburífera pone en grave riesgo su operatividad y daña la economía nacional y regional, señaló la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
El gremio minero energético expresó su condena y rechazó a la toma de la Estación 1 de PetroPerú, ubicada en la región Loreto, por parte de integrantes del Frente de Defensa de Saramuro, ocurrido la noche del viernes último.
“Ya se ha hecho costumbre o modus operandi en el país que se realicen acciones de hostilidad y ataques a diferentes unidades productivas del sector hidrocarburos para presionar y chantajear al Estado peruano”, denunció la SNMPE.
Estas acciones que son delictivas –subrayó- persisten en el tiempo porque se les permite a sus autores actuar con impunidad, pues en lo que va del año ya estamos frente a la tercera ocupación ilegal de la Estación 1, sin que hasta la fecha se haya identificado y sancionado a los responsables.
“Esta nueva toma de las instalaciones de PetroPerú ha obligado a suspender las operaciones de la Estación 1 y por ende, a paralizar el transporte de crudo por el Oleoducto Norperuano hacia la Refinería de Talara y recepcionar la producción de los Lotes 8 y 67”, indicó.
Asimismo, informó que se ha dejado de despachar petróleo hacia la Refinería de Iquitos, de la cual se abastecen las generadoras eléctricas de la región y que de prologarse esta medida de fuerza puede afectar la continuidad del servicio eléctrico en la zona, en especial a la ciudad de Iquitos.
“Ya han transcurrido 48 horas de la incursión a la Estación 1, exhortamos a las autoridades que al amparo de la ley se proceda a restablecer el orden y se garantice el funcionamiento de dicha unidad petrolera que forma parte de un activo critico nacional”, expresó.
Finalmente, citó que todo proceso de dialogo se debe dar sin presiones de ningún tipo y que el gobierno debe implementar una estrategia de seguridad en torno a las unidades productivas del sector hidrocarburífero porque no se puede seguir tolerando el permanente sabotaje.