Se necesita generar reflexiĆ³n, capacidad de acciĆ³n en su territorio y solucionar las problemĆ”ticas devenidas del entorno para generar opciones de transformaciĆ³n social.
Por: Fidel Kishimoto. Profesor de los Programas en MinerĆa de ESAN Graduate School of Business.
Dos factores importantes para el desarrollo sostenible del modelo de negocios minero en el PerĆŗ son la cultura y la educaciĆ³n, porque ambas promueven una transformaciĆ³n positiva en las zonas de influencia. Definimos la cultura como el patrimonio que determina el futuro y modela las identidades de las personas para reforzar la cohesiĆ³n o, en algunos casos, la divisiĆ³n.
En las zonas donde se desarrolla la explotaciĆ³n minera, se generan cambios que influyen en la cultura, el territorio, la interculturalidad y la transculturizaciĆ³n ante el desarrollo local, basado en la creaciĆ³n de empleos y servicios. Este desarrollo impacta en la poblaciĆ³n y provoca migraciones masivas, desigualdad social y cambio en las actividades econĆ³micas y sociales, por mencionar algunas consecuencias.
Otro factor para el desarrollo sostenible del modelo de negocios minero es la educaciĆ³n que, por definiciĆ³n, estĆ” destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas, en concordancia con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen. Las escuelas son los escenarios propicios para fomentar esa formaciĆ³n del individuo, su desarrollo, su capacidad crĆtica y su potencializaciĆ³n como sujeto transformador en su sociedad.
Escenario complicado
La mayorĆa de los peruanos coincidimos en que el sector minero es preponderante y protagonista en la economĆa nacional. Por ende, es apreciado y considerado como el motor del crecimiento de la economĆa peruana. Sin embargo, en el 2021 se contabilizaron 193 conflictos sociales, 138 de ellos mantienen la condiciĆ³n de activos. Si todos coincidimos y reconocemos su importancia, Āæa quĆ© se debe el creciente descontento y las manifestaciones antimineras de las poblaciones ubicadas en las zonas de influencia de los centros de operaciones mineras? ĀæLa diversidad de culturas y una educaciĆ³n incipiente tendrĆ”n relaciĆ³n con esta realidad?
Pese a los verdaderos aportes del sector minero a las economĆas regionales y locales, existe pobreza y un sentimiento de alejamiento del Estado e injusticia histĆ³rica. Todo ello origina una disconformidad sistĆ©mica dirigida hacia la actividad generadora de los recursos.
SegĆŗn Martin Tanaka y Ludwig Huber (EconomĆa y Sociedad 65, CIES, octubre 2007), la presencia del Estado para la resoluciĆ³n de conflictos sociales estĆ” mĆ”s orientada a la resoluciĆ³n del conflicto que a la resoluciĆ³n de los factores que lo originan. BasĆ”ndonos en esa conclusiĆ³n, es importante fortalecer las iniciativas sociedad-empresa que impulsen la convergencia de un sistema educativo orientado a crear una cultura de respeto y colaboraciĆ³n que, al final, impulsarĆ” un sistema constructivo de interĆ©s comĆŗn.
Las empresas mineras, instituciones y sociedades estĆ”n dispuestas a contribuir en el diseƱo y la implementaciĆ³n de polĆticas que promuevan la diversificaciĆ³n econĆ³mica y las inversiones en actividades econĆ³micas en las zonas mineras. Asimismo, ante los grandes vacĆos sobre su funcionamiento e impacto, es preciso apoyar al Estado (educar y transformar su cultura) para que realice inversiones complementarias del canon y las regalĆas, producto de las contribuciones del sector minero, mediante el diseƱo de polĆticas de atracciĆ³n de inversiĆ³n local que promuevan la generaciĆ³n de empleo.
Si bien es cierto que el sector minero sigue transformĆ”ndose y se mantiene alineado al nuevo orden econĆ³mico mundial, le corresponde asumir el compromiso de impulsar a los otros sectores econĆ³micos. Es decir, debe actualizar sus estrategias de desarrollo tomando en cuenta a los stakeholders.
Una educaciĆ³n respetuosa de la cultura local reducirĆ” la brecha de desconfianza sociedad-empresa y permitirĆ” promover y generar herramientas que eleven su desarrollo individual y comunal para coincidir y reducir los conflictos sociales. Las formas de incorporaciĆ³n del conocimiento sobre los conflictos mineros exigen ser analizadas desde la pedagogĆa tambiĆ©n, es decir, generar reflexiĆ³n sobre su capacidad de acciĆ³n en su territorio.
Por consiguiente, mirar solo el aspecto econĆ³mico de la minerĆa serĆa negar su influencia sobre los territorios donde se desarrolla. Es una actividad que modifica e impacta en el ambiente, la salud, la cultura y la educaciĆ³n. Necesitamos generar reflexiĆ³n, capacidad de acciĆ³n en su territorio y solucionar las problemĆ”ticas devenidas del entorno para generar opciones de transformaciĆ³n social. AsĆ, en los encuentros o reuniones comunales, es importante abordar los siguientes aspectos:
ā La creaciĆ³n de valor compartido
ā El concepto de resiliencia
ā La economĆa circular
ā La minerĆa urbana
Es clave que estos componentes sean entendidos y bien aprovechados. ĀæDe quĆ© vale organizar eventos extremadamente tĆ©cnicos y futuristas si el pĆŗblico receptor no entiende lo que ve y escucha? ĀæSignificarĆ”n lo mismo esos conceptos para cada uno de nosotros? Es evidente que minimizar la brecha de comunicaciĆ³n e informaciĆ³n, basados en una educaciĆ³n integral, entre la empresa y la comunidad permitirĆ” el encuentro y la convivencia de diferentes valores y mundos de vida.
Reflexiones finales
Somos actores activos que inspiramos para estimular hacia un ecosistema innovador. Es un error insistir con el mismo discurso hacia todos los sectores de nuestra poblaciĆ³n, repitiendo que el paĆs debe trabajar con base en la ciencia, la tecnologĆa y la innovaciĆ³n, cuando en la prĆ”ctica y la racionalidad el entendimiento es mĆnimo o nulo.
Hay que determinar la causa del problema. La gran mayorĆa coincide en que todo comenzĆ³ cuando, desde los diversos sectores de la sociedad (Estado, individuos, instituciones, empresas y universidades), empezĆ³ a repetirse la famosa muletilla insensata o retĆ³rica insufrible de āhay queā: āhay que fomentar la innovaciĆ³n tecnolĆ³gicaā, āhay que promover la educaciĆ³n superior y/o tecnolĆ³gicaā, āhay que adecuar nuestra educaciĆ³n a la diversidad cultural de nuestra naciĆ³nā, etc. No obstante, ninguno de los actores responsables que expresa esa muletilla se involucra en la acciĆ³n de manera directa ni endosa la responsabilidad.
Esta reflexiĆ³n final fue extraĆda de un discurso de Carlos E. GĆ”lvez Pinillos, expresidente de la Sociedad Nacional de MinerĆa, PetrĆ³leo y EnergĆa (SNMPE). Solo la acciĆ³n puede lograr que las cosas sucedan; solo la acciĆ³n conduce a los resultados.