MINERÍA. El segundo mejor conductor de energía es el cobre.
Un estudio publicado en Argentina indicó que el consumo mundial de energía aumentará en un 60% desde 2030, como consecuencia del crecimiento poblacional y el crecimiento y desarrollo de países en desarrollo. Frente a ello, los análisis señalaron la necesidad de generar mayor energía para satisfacer la demanda incremental, presionando sobre las fuentes tradicionales de energía y la necesidad de aumentar la contribución de fuentes renovables.
«No solamente será necesario producir más energía, sino garantizar su eficiente transporte, minimizando pérdidas de energía en la transmisión. También se debe tener presente que aproximadamente 9% de toda la electricidad generada actualmente se pierde antes de llegar a su uso final», comentó el blog «La Minería en Tu Vida».
Bajo ese contexto, -según esta publicación- el cobre generar enormes beneficios, porque se considera es el segundo mejor conductor después de la plata, y 65% más eficiente que el aluminio; e incluso se ha determinado que el cobre aumenta sensiblemente la eficiencia en la transmisión de energía.
«Existen investigaciones que demuestran que agregar una tonelada de cobre en los sistemas eléctricos puede ahorrar entre 100 y 7.500 toneladas de emisiones de CO2, de 500 a 50.000 MWh de energía primaria y US$ 27.000 a US$ 2.7 millones a lo largo de su vida», indicó el blog.
Asimismo, precisó que aumentando la utilización de cobre, el potencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se estima que es equivalente a retirar de las calles más de la mitad de los actuales mil millones de automóviles que circulan por el del mundo; y que la eficiencia de transmisión del cobre también permite el aprovechamiento de una mayor cantidad de energía a partir de fuentes de energía renovables.
De otro lado, recordó que Naciones Unidas declaró la década 2014 – 2024 como “La década de la energía sostenible para todos”. Esta iniciativa global tiene como objetivo alcanzar el acceso universal a la energía, duplicando la tasa de utilización de energía renovable, y de la tasa de eficiencia energética.
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