Compañía de Minas Buenaventura informó hoy que está donando una planta de generación de oxígeno al Hospital Arzobispo Loayza de Lima, la cual será entregada este viernes 26 de febrero. Esta donación ha sido gestionada a través del movimiento Respira Perú, iniciativa que reúne a la Conferencia Episcopal Peruana y al sector privado para enfrentar la pandemia, con el apoyo del Ejército del Perú para el traslado de los componentes.
La planta está compuesta por un potente generador con capacidad para producir hasta 140 metros cúbicos de oxígeno por hora, lo que equivale a un aproximado de 5.5 toneladas de oxígeno por día. Esto permitirá abastecer en forma continua el oxígeno necesario para asistir a cientos de pacientes en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y otras áreas de atención crítica de COVID-19 del Hospital Loayza.
Esta es la segunda planta generadora de oxígeno que dona Buenaventura a hospitales nacionales que atienden a personas afectadas por la pandemia. La primera fue instalada en el Hospital III de EsSalud de Iquitos en mayo de 2020. Ambas plantas de oxígeno han sido retiradas de los procesos metalúrgicos para ser adaptadas y puestas a disposición de las autoridades de Salud para atender la demanda de oxígeno en el país.
Buenaventura también forma parte del conjunto de empresas privadas que, en coordinación con el Gobierno peruano, hicieron posible la llegada del primer lote de un millón de vacunas Sinopharm desde China al Perú.
Desde el inicio de la pandemia, Buenaventura mantiene coordinaciones con autoridades nacionales, regionales y locales para llevar ayuda a las poblaciones más vulnerables en más de ocho regiones del país: Arequipa, Cajamarca, Huancavelica, Pasco, Apurímac, Moquegua, Piura, Lima y Loreto.
Hasta la fecha, además de esta planta, los aportes de Buenaventura comprenden:
Una planta de oxígeno medicinal para el hospital III de EsSalud de Iquitos, que es la primera planta de este tipo donada por el sector privado peruano.
Un generador eléctrico para el Hospital de Yanahuara, en Arequipa.
Cerca de 100 concentradores y más de 150 balones de oxígeno.
Más de 110 mil equipos de bioseguridad sanitaria.
Más de 200 mil medicinas y más de 47,000 pruebas de descarte de COVID-19, entre otros aportes.