Desde 2005, Freeport ha invertido casi US$ 200 millones en exploración y desarrollo de la licencia.
La empresa minera canadiense Freeport Resources ha obtenido la aprobación de la Autoridad de Recursos Mineros de Papúa Nueva Guinea para renovar la licencia de exploración 1335 de su proyecto de cobre Yandera.
La renovación de la licencia se completó el 19 de noviembre de 2023. La EL 1335 abarca una superficie de 245,5 km² en el proyecto de cobre de Yandera.
Desde 2005, Freeport ha invertido casi US$ 200 millones (271,3 millones de dólares canadienses) en exploración y desarrollo de la licencia.
Los trabajos realizados y los estudios financiados abarcan unos 154.600 m de sondeos de exploración, la mayor parte de los cuales se centraron en el yacimiento de Yandera Central.
Otras actividades incluyeron estudios de alcance, ingeniería y medio ambiente, un estudio de prefactibilidad y estudios relacionados con la infraestructura.
Con la renovación, Freeport puede empezar a trabajar en un DFS para poder avanzar en el FID del proyecto Yandera.
También puedes leer: Gobierno de Indonesia prevé concluir acuerdo con Freeport a fines de noviembre
Simultáneamente con el programa DFS, la empresa también acelerará las conversaciones en curso con inversores estratégicos internacionales clave y posibles socios para el desarrollo del proyecto.
Sobre el proyecto
El proyecto Yandera, considerado de “interés nacional estratégico” para Papúa Nueva Guinea, se sitúa en el cinturón orogénico del país.
Se dice que este Cinturón tiene el mismo arco geológico que algunos de los mayores yacimientos de oro y cobre, como Grasberg, Frieda River, Porgera, Lihir, Wafi-Golpu y Kainantu.
Un estudio preliminar de viabilidad realizado en 2017 estimó los recursos medidos e indicados del proyecto en 728 millones de toneladas con una ley del 0,39% de cobre equivalente.
Se estima que producirá 33 millones de toneladas de mineral al año y hasta 540 millones de toneladas a lo largo de una vida útil de la mina de más de 20 años.
Dado que se prevé un aumento de la demanda de cobre, impulsada por la transición energética mundial, se prevé que la oferta de cobre podría entrar en una situación deficitaria en 2025.
