Se busca expandir Cuajone con 700 millones de dólares de inversión, para agregar un 30% de producción a la mina desde el 2027.
Reuters.- Southern Copper espera elevar un 17% su producción de cobre este año en Perú a unas 400.000 toneladas, dijo a Reuters un alto ejecutivo de la compañía, en lo que constituiría una recuperación importante para la empresa que también opera en México.
La minera, la tercera de cobre de Perú, produjo unas 342.000 toneladas en el 2022, cuando una de sus minas en el sur del país -Cuajone- paralizó casi dos meses por una protesta de comunidades que exigían un pago por el uso de sus tierras.
Perú, el segundo productor mundial de cobre, ha tenido este año una mejora de sus minas, pero hay preocupación por la caída de la inversión. La producción de su vecino Chile, el principal país cuprífero, se ha estancado.
El vicepresidente de finanzas de Southern Copper, Raúl Jacob, dijo en una entrevista que el fuerte repunte en Perú ayudará a la empresa a elevar su producción total a unas 932.000 toneladas este año, un 4% más que en 2022.
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Southern Copper, controlado por el Grupo México, opera las minas de Cuajone y Toquepala y una fundición en Perú. En México opera los yacimientos La Caridad y Buenavista.
“Tuvimos (el año pasado) 54 días la mina de Cuajone paralizada, eso nos afectó”, afirmó Jacob. El ejecutivo precisó que se busca expandir Cuajone con 700 millones de dólares de inversión, para agregar un 30% de producción a la mina desde el 2027. Cuajone produce ahora 140.000 toneladas al año.
Jacob afirmó que la compañía está apostando a elevar aún más su producción en Perú, con tres proyectos que espera construir para que comiencen a operar entre el 2026 y el 2032, con lo que busca sumar unas 470.000 toneladas de cobre al año.
“Vamos más que duplicar la producción de cobre en Perú”, manifestó.
Tía María y Los Chancas
Entre ellos, el ejecutivo mencionó su retrasado proyecto Tía María con el que apunta a producir desde 2026, el proyecto Los Chancas en el 2030 y Michiquillay en el 2032. Los tres implican una inversión combinada de 6.500 millones de dólares.
“En Tía María se ha avanzado bastante con el proyecto. La animadversión ha cedido bastante”, dijo Jacob, en referencia a una oposición durante años por temores ambientales.
En Los Chancas la firma está trabajando para que decenas de mineros “ilegales” que han invadido su concesión lo abandonen, refirió. “Las autoridades están requisando el transporte de mineral ilegal que están sacando de allí. Tienen que salir para entrar a la etapa de estudio de impacto ambiental”, acotó.
El auge de la minería artesanal, impulsada por el precio del cobre y por un desordenado sistema de permisos oficiales, está amenazando miles de millones de inversiones en Perú.
Inversión y contexto sociopolítico
Jacob afirmó que el avance de su cartera de proyectos puede agilizar su plan de construcción de una nueva fundición de cobre en el sur de Perú, con una inversión estimada de 1.100 millones de dólares, la cual podría operar desde el 2029.
El ejecutivo dijo que el Gobierno debe dar “señales que den tranquilidad al sector privado” para impulsar la inversión minera, que según estimación oficial caería en el 2023 y 2024.
Jacob dijo que la situación de incertidumbre política en Perú estaba perjudicando la inversión, pero también porque la demanda de China no había despegado como se esperaba, y se está proyectando un aumento sustancial de los inventarios del metal, debido a los aportes previstos en Perú y en Congo.
“A esto hay que agregar que las tasas de interés no están bajas; y el costo el dinero ha subido de manera sustancial, eso afecta los flujos de caja de los proyectos”, manifestó.